El comité ejecutivo de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) analizará en las próximas horas si rescinde o no el contrato del seleccionador Mauricio Soria, después de que el técnico se viera involucrado en una pelea callejera que se convirtió en viral en las redes sociales.
Soria participó el miércoles en una agresión en una calle de la ciudad de Cochabamba, en el centro del país. Según varios medios, el agredido es un empleado suyo —encargado de las tareas domésticas— y Soria le pegó por haber mojado los asientos de su camioneta mientras lavaba el exterior del vehículo.
La víctima, de 27 años, reaccionó a los insultos de Soria y admitió haber propinado un puñetazo en el ojo al seleccionador, quien denunció el hecho a la Policía. El empleado permaneció detenido durante varias horas en dependencias policiales acusado de lesiones graves.
"Me pateó. No me quedé con las manos cruzadas y también le respondí. Le di uno en el ojo. Me dijo: 'Mira lo que me hiciste'. Luego él le dijo a su mujer: 'Tráeme una pistola y mato a este hijo de puta", contó el joven a la televisora Unitel.
Soria, de 52 años, cuyo apodo es El Loco por su temperamento irascible, tiene contrato hasta diciembre con la Federación Boliviana de Fútbol (FBF). Pero en el pasado tuvo varios incidentes de violencia física con aficionados y jugadores de la liga boliviana.
"Quiero tener un criterio claro de lo sucedido, pero considero que el entrenador de la selección debe tener una conducta ejemplar", ha dicho, por su parte, el nuevo presidente de la Federación Boliviana, César Salinas.