El pasado fin de semana, en un partido de infantiles en Italia, un joven jugador de 13 años llamado Nicolò se convirtió en protagonista... por un penalti fallado. El caso es que, cuando su equipo ya ganaba por 2-0, el árbitro señaló un penalti a su favor muy discutido. Y el lanzador, por su propia iniciativa, decidió lanzar el balón fuera directamente.
Un acción que su propio equipo alabó y que compartió a través de las redes sociales acompañada de un mensaje: "En un mundo cada vez más dedicado al egocentrismo, la indiferencia y la falta de valores, Nicolò ha dado una señal que debe hacernos reflexionar a TODOS, sobre las diferencias humanas en comparación con ganar o perder un partido. La pelota funciona sobre el campo pero también sirve para mejorar a las personas".