La demolición de un gran silo en desuso, de 53 metros de altura, estaba planeada para que se derrumbara hacia la parte derecha, pero sin motivo aparente, comenzó poco a poco a inclinarse hacia la izquierda, cayendo sobre un centro cultural.
Según el inglés The Guardian la asociación de explosivos de Dinamarca explicaba que los preparativos para la demolición parecían ser correctos.