Ronaldinho, que cuelga las botas con 37 años, salió de la cantera del Gremio. En 2001 dio el salto a Europa y fichó por el PSG. En 2003, el Barça le gana la partida al United, que ya tenía apalabrado su fichaje, y en julio de 2003 anuncia su incorporación.
Tras brillar con luz propia en el Barcelona, la llegada de Guardiola y su bajón físico le cerraron la puerta del Camp Nou. En 2008 fue traspasado al Milan. En 20011 vuelve a su país.
Ronaldinho es mucho más que un jugador. El brasileño es un mago que saca una sonrisa a la gente con un simple balón. Se retira, definitivamente, un jugador diferente. Un jugón de dibujos animados.