Polémica en la segunda semifinal del Mundial sub-17 entre Mali y España. Corría el minuto 62, con 0-2 a favor de los españoles, cuando Doucoure conectó un tremendo derechazo desde fuera del área para batir al guardameta Álvaro Fernández.
La pelota sobrepasó la línea de gol (como se puede comprobar en las imágenes) tras pegar en el larguero, pero el colegiado japonés Ryuji Sato no concedió el tanto que hubiera supuesto el 1-2 en el luminoso.
El hecho de que no haya tecnología de gol (Ojo de Halcón) ni VAR en el Mundial sub-17 perjudicó gravemente en este caso a la selección africana.
Lo cierto es que la jugada se repitió en los videomarcadores del estadio de Nueva Bombay. Sin embargo, pasaron casi dos minutos y Sato no detuvo el juego. Cuando lo hizo, ante el enfado del banquillo de Mali por la claridad de las imágenes, el colegiado se dirigió al entrenador del equipo africano, Jonas Komla, para amonestarle por protestar.
Al final acabó ganando por 1-3 la selección española de Santi Denia, que el próximo sábado (16:30 horas) se medirá en la gran final a Inglaterra, verdugo de Brasil en la primera semifinal.