Giannis Antetokounmpo sigue dejando atónita a la NBA. Ante los Blazers firmó la mejor anotación de su carrera (44 puntos). Además, el griego repartió 4 asistencias, cogió 8 rebotes y lideró el triunfo de los Bucks en un final de partido de auténtico infarto.
Antetokounmpo, que es un serio candidato a ser nombrado MVP a final de temporada, fue el protagonista de una auténtica montaña rusa, un cóctel de sensaciones en escasos minutos que no es nada habitual en un evento deportivo y que hace vibrar a cualquiera (Ir al minuto 1:17 del vídeo).
Con los Bucks uno abajo, (109-110) y 31 segundos para el final del partido, el griego disponía de dos tiros libres. Giannis falló ambos y el rebote se lo llevó Portland. Tiempo muerto. La imagen de Antetokounmpo sentando en el banquillo lleno de rabia y frustración, llama la atención de las cámaras. Como si de un dios griego se tratara, Giannis jura en arameo. "¡Esto no ha terminado, Ganaremos!"
Dicho y hecho
Tras terminar el tiempo muerto y con 30 segundos para el final, Portland gana de uno y tiene posesión. ¿Cómo conseguirá dar la vuelta a la situación Giannis y sus Bucks? Pues con dos acciones increíbles. Un milagroso robo y un impresionante tapón.
'The Greek Freak' -el monstruo griego-, así le llaman en la NBA, roba el balón a C. J. McCollum y termina la jugada con un estratosférico mate. Los Bucks se ponen 1 arriba a falta de 11 segundos para el final.
Tras un nuevo tiempo muerto, Portland juega para ganar. El balón le llega en el poste a Nurkic que se eleva para anotar fácil. Lo que no esperaba Jussuf, es que una increíble fuerza de la naturaleza le esperaba para ponerle un pincho de merluza tremendo. Antetokounmpo cumple su promesa: darle la victoria a su equipo. Increíble pero cierto. Cuando un mostruo se enfada...