Solo habían transcurrido cinco minutos del Cavs – Celtics, los dos grandes favoritos en la conferencia Este, cuando en un intento de alley oop, Gordon Hayward, uno de los jugadores con más fundamentos de la mejor liga de baloncesto del mundo, cae mal y se destroza su tobillo izquierdo.
La imagen de Hayward, ex de los Jazz, retorciéndose de dolor en el suelo, con su pie izquierdo completamente girado, ha dado la vuelta al mundo, dejando petrificados a los amantes del baloncesto que esperaban ansiosos el inicio de la nueva temporada.
La terrible lesión del escolta recuerda a la que en su día sufrió Shawn Livigston, actual base de los Warriors.
Livingston, que por entonces jugaba en los Clippers, estuvo más de dos años en el dique seco.
La fatalidad se ha cebado con Hayward en el partido que suponía su debut en parrido oficial con los Celtics, una de las franquicias favoritas al anillo, que pierden para lo que resta de temporada a una de sus piezas clave.