El diputado de Esquerra Republicana Gabriel Rufián exigía este miércoles en el Congreso de los Diputados a Rajoy y al Gobierno de España que "saquen sus sucias manos de las instituciones catalanes".
La escena se repite. Misma frase, mismo lugar y misma catadura moral del personaje que la pronuncia. Sólo cambia la fecha: 1990. El siniestro Jon Idígoras dirigente del brazo político de la banda asesina ETA se dirigía a las instituciones democráticas españolas desde la tribuna del Congreso en estos términos "saquen sus sucias manos de Euskal Herria".