Era otra época. Otro fútbol y otros futbolistas. Lejos del postureo, las pintas de los jugadores desprenden esencia pura a fútbol. Así se presentaba ante su afición el Córdoba en la temporada 87/88. Ojo a la equipación de los porteros. Si se fijan en los jugadores de campo, algunos visten la casaca verdiblanca sin publicidad ni escudo. Sin desperdicio.