El inglés de 43 años saltó desde un avión a 7.600 metros de altura sin paracaídas. Gracias a una red de 30 metros de largo y 30 de ancho, salvó su vida e hizo respirar a todos, incluida su mujer, Mónica.
Aikins se preparo a conciencia durante más de 15 meses y tras la hazaña espetó un "Ha sido increíble". El inglés hizo historia al convertirse en la primera persona que salta sin paracaídas 7620 metros.