Memphis Depay intentó mediar con ellos y recibió varios golpes y empujones teniendo que huir todos los jugadores hacia el túnel de vestuarios mientras los hinchas les pateaban balones al cuerpo.
El partido se suspendió momentáneamente y tras una discusión entre el equipo arbitral, miembros de seguridad y representantes del Olympique de Lyon se decidió volver a reiniciar el calentamiento y disputar el encuentro con media hora de retraso sobre el horario previsto.