La final ha sido suspendida por el accidente de avión que ha sufrido la expedición brasileña y en el que únicamente han conseguido sobrevivir tres jugadores. El partido más importante de su historia ya no podrán jugarlo.
El Chapecoense, un club humilde de Brasil, viajaba cargado de ilusión a Medellín para enfrentarse al Atlético Nacional en el partido de ida de la Copa Sudamericana, equivalente a la Europa League, al ser la segunda competición, tras la Libertadores, en Sudamerica.
El modesto club del sur de Brasil ascendió de cuarta a primera división en menos de seis años y estaba viviendo el sueño de poder ganar un título histórico. El sueño terminó en pesadilla.