El vídeo a modo de spot, de poco menos de un minuto y medio, grabado con un drone, muestra la costa de la ciudad de Tartús, a 160 kilómetros de Damasco, llena de bañistas, motos de agua, edificaciones en la playa y gente bañándose totalmente ajenos a la guerra, que se desarrolla a escasos kilómetros. Todo ello bajo el eslogan "Siria, siempre bella".
La campaña publicitaria está producida por el gobierno de Bashar al-Assad para limpiar su imagen y la de un país que continúa con una guerra que lleva más de 5 años y alrededor de 400.000 muertos.