Svetlana Alilúyeva fue la menor de tres hermanos. Sufrió en sus carnes la ira de su padre: de adolescente la maltrató psicológicamente y mandó a su primer novio al gulag. En 1966, en cuanto pudo, huyó del comunismo, donde dejó dos hijos, y se refugió en los EEUU. La sombra de su apellido Stalin la marcó hasta la senectud.
Por su parte, la vida familiar de la autora de esta novela, Monika Zgustova guarda paralelismos con la de la hija de Stalin. Toda su familia, de origen checo también tuvo que huir del comunismo y exiliarse en EEUU.