"Las ciudades tienen que adaptarse a la realidad de los ciudadanos. Los ciudadanos, en Madrid, necesitan el coche para ir a trabajar, entre otras cosas para pagarle el sueldo a la pandilla de inútiles reclutada por Carmena.
Carmena es un ejemplo de tomadura de pelo a los trabajadores y a los votantes.
Lo que es tóxico para una ciudad es la corrupción y en 100 días han demostrado, los de la Carmena, que pueden ser más corruptos que nadie, porque son más listillos que nadie.
Deje usted el tráfico en paz y limpie de porquería las calles, están a juego con la ideología del ayuntamiento".