"Se ponen demasiadas esperanzas en lo que pueda pasar fuera de Cuba, en lo que pueda pasar entre las relaciones de un régimen con otro régimen, es una cuestión entre estados, aunque Cuba es una tiranía.
El pueblo cubano siempre es el convidado de piedra.
Pensar que los cambios van a venir de las relaciones que pueda tener Cuba con el resto del mundo es una utopía. El cambio tiene que venir de lo que estamos haciendo los cubanos, dentro y fuera, porque somos el mismo pueblo.
¿Cuándo el régimen cubano va a restablecer las relaciones con su propio pueblo?".