"De toda la corrupción que hay en España la más grave es la de la justicia. Quizá la peor empieza a ser la de los medios de comunicación, arrastrados por la corrupción de la casta política, pero la de la justicia es la que quita incluso la esperanza de que se puedan remediar las distintas corrupciones. Claro, si la justicia está corrompida ¿qué va a ser justo en un país?
Esta mañana hemos visto la grotesca farsa del ministro de Justicia, un liberticida o un manirroto, personaje de cuidado, llamado Alberto Ruíz-Gallardón, que ha presentado al fiscal general del Estado Torres-Dulce, más bien agridulce. Y ¿qué ha dicho el ministro sobre el fiscal que ha nombrado? Que él no se inmiscuye. No, le bastó nombrarlo. ¿Y qué ha dicho el fiscal del ministro de Justicia? Que el ministro respeta absolutamente su independencia. La prueba es que lo nombró.
Vamos a ver, ¿cómo vas a ser independiente de alguien a quien le debes el cargo? Y ¿cómo vas a presentar como independiente a un tío al que has nombrado tú? Tendrían que tener un poco de decoro intelectual. Pero, además, lo único que hemos sacado en claro es que las actividades delictivas, filoterroristas que está desarrollando el separatismo catalán tampoco van a ser perseguidas. Ha dicho el fiscal que mientras respeten la ley de partidos… ¿Qué ley de partidos? Si se ha legalizado la ETA. Quieren decir ustedes que el día ocho harán la pamema de que se oponen al referéndum pero van a negociar... ¿El qué? ¿Cómo se rompe Cataluña pagando el resto de España? Pues se podían haber ahorrado el desayuno, el ministro y el fiscal".