Su solución consiste en mezclar el hormigón con una bacteria inofensiva y los nutrientes necesarios para que viva y produzca mineral calcita. Pero esta mezcla permanece inerte porque le falta un componente esencial: el agua. Así, cuando se produzcan grietas y empiece a filtrarse agua, las bacterias resucitarán, alimentándose de los nutrientes y produciendo piedra caliza en las grietas, sellándolas.