Obama ha recuperado el tono combativo. Ha sacado toda su artillería verbal para asegurar que Mitt Romeny sólo tiene un plan de un punto y no de cinco, como pregona, y ése es que el 1% de los estadounidenses que más ganan, se sigan lucrando.
A lo que el candidato republicano ha respondido que él sabe muy bien lo que hay que hacer para cuadrar las cuentas, "lo llevo haciendo toda mi vida".
Obama ha contratacado sacando a relucir que su oponente "solo paga un 14 % de impuestos, cuando ustedes -dijo dirigiéndose al auditorio- pagan mucho más".
Las políticas energéticas han sido otro motivo de enfrentamiento, en el que ambos candidatos se quitaban la palabra mutuamente.
El ataque a la embajada estadounidense en Bengasi, que le costó la vida al embajador, también ha sido asunto controvertido. Obama se confiesa personalmente responsable y se lamenta por tener que "traer los ataudes a este país".
Romney ha insistido y le ha hecho responsable de los fallos de seguridad en Bengasi".
Al final, sólo Obama ha pedio el voto para gobernar los próximos cuatro años.
El candidato republicano desaprovechó la oportunidad en su último turno de palabra.
Obama resucita en el segundo debate
El presidente estadounidense se ha mostrado mucho más agresivo que el exgobernador de Massachusetts, al que ha robado minutos de intervención y ha conseguido hacer patinar en algunos asuntos.
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