Inocencio Arias ha hablado en esRadio con César Vidal de la guerra de Libia. No duda de que el objetivo sea la marcha de Gadafi, "aunque no se diga o aunque se niegue", como ha hecho, sin ir más lejos, el Gobierno español. Tampoco duda de que se trate de un conflicto bélico, aunque el Ejecutivo no lo llame como tal. "¿Qué son, juegos florales? ¿Están tirando octavillas, diciendo ‘amaos los unos a los otros’, la Alianza de Civilizaciones es beautiful?", dijo.
Para Gadafi ve dos opciones: que negocie para exiliarse "si le zumban fuerte a los tanques y los aviones", o que se enroque, siga en el poder y acabe muriendo "mucha más gente". Según Arias, esta opción es "impensable", una "hipocresía" más de esta guerra "llena de ambigüedades" y que no tiene "un objetivo claro".
Arias insistió en que él no está en contra de intervenir, sino de la hipocresía, y lamentó las comparaciones "insidiosas" con Irak. Recalcó que esa guerra no fue "en contra de la ONU", como se insiste en decir, y apuntó que Kosovo tuvo "menos apoyadura jurídica".
En cuanto a la identidad de los rebeldes, Arias dijo que "hay que rezar en todas las religiones para que esto salga bien". Indicó que sí hay un "sentimiento" en el pueblo libio de que Gadafi quiere marcharse. Pero recordó que entre la oposición hay gente del antiguo régimen, demócratas y también algún islámico "que esperemos que no sea fundamentalista".
Sobre el apoyo que Zapatero se apresuró a brindar a Obama, Arias consideró que "si te embarcas, te entusiasmas, y quieres demostrar que tú eres el primero que coopera" y que eres "solidario". Recalcó las contradicciones de un presidente que "es más pacifista que Jesucristo y Gandhi". "No se tiran caramelos ni confeti, se tiran bombas", reiteró.
