
David Broncano sorprendió este jueves al público de La Revuelta con una denuncia pública contra El Hormiguero. Según el presentador, Pablo Motos habría ejercido "presiones" para impedir que el piloto Jorge Martín participara en su programa, una grave acusación que Broncano dejó caer sin aportar pruebas contundentes. Aunque el suceso generó debate, la reacción de Broncano dejó en evidencia un tono más visceral que profesional, centrado en desahogar frustraciones en lugar de construir una crítica sólida.
Broncano afirmó que el campeón de MotoGP canceló su visita por temor a las consecuencias de aparecer antes en La Revuelta que en El Hormiguero. Sin embargo, la forma en que el presentador abordó el tema —más emocional que informativa— diluyó el impacto de sus palabras. En lugar de explicar claramente los supuestos mecanismos de presión, Broncano optó por insinuaciones y comentarios irónicos que no hicieron más que alimentar el espectáculo mediático.
Las grietas de su discurso
En su intervención, Broncano no se limitó a señalar la competencia desleal, sino que cayó en contradicciones. Por un lado, dijo no tener problemas personales con Pablo Motos, mientras que, por otro, aprovechó para recordar viejos resentimientos acumulados desde La Resistencia. "No somos competencia, pero esto lo llevan haciendo años", dijo, evidenciando que el conflicto, más que profesional, tiene un trasfondo de rivalidad personal.
Aquí explicación de lo que ha pasado hoy. pic.twitter.com/tQc2S2iAhL
— La Revuelta (@LaRevuelta_TVE) November 21, 2024
Su equipo intentó rescatar el programa con humor, pero no logró disimular la falta de planificación ante la cancelación. Incluso otros miembros del programa dirigieron críticas personales a Motos, tachándolo de arrogante y menospreciando su trabajo. Este tipo de comentarios parecierón más una estrategia para generar titulares que una respuesta madura ante el "problema".
‘El Hormiguero’ responde claro y contundente
Pablo Motos y su equipo optaron por una defensa breve y directa. En un comunicado, atribuyeron el incidente a un error de agenda de los representantes del piloto y aclararon que no existió ninguna presión por su parte. Su respuesta, mesurada y sin entrar en confrontaciones personales, contrastó con el tono airado de Broncano.
Ha sido un malentendido sin mayor importancia. Dos semanas antes de la final, habíamos acordado contar en exclusiva con Jorge Martín en nuestro programa. Hoy uno de sus representantes ha cometido un error al cambiar la visita que tenían programada con otro piloto. Tras lo…
— El Hormiguero (@El_Hormiguero) November 21, 2024
¿Un ataque o una táctica de victimización?
Aunque Broncano insiste en que no busca rivalidades, su denuncia pública y las indirectas constantes hacia El Hormiguero sugieren lo contrario. Convertir un incidente aislado en un enfrentamiento público no solo resta credibilidad a sus palabras, sino que también refuerza la imagen de que Broncano busca provocar más que dialogar.
Lejos de generar empatía, su reacción pareció un intento de victimización ante un contratiempo común en la televisión. En lugar de aprovechar la ocasión para exponer las dificultades reales de producir un programa, Broncano optó por alimentar una narrativa donde él mismo pierde fuerza.