Tras el 6-3 y 3-0 que le estaba endosando Roger, Cilic sufrió un ataque de ansiedad.
Durante el descanso entre juego y juego, rompió a llorar desconsolado, fruto de la presión y los nervios de verse superado en una gran final de un Grand Slam.
Tras unos minutos de mucha tensión, Cilic se levantó para seguir luchando contra la apisonadora suiza. El croata recibió una espectacular ovación de la pista central pero su apoyo no fue suficiente. Marin perdió el segundo set por 6-1 y terminó cayendo en tres mangas.