El balear, en su ánimo por calentar, saltó demasiado y se golpeó la cabeza contra el marco de la puerta. El coscorrón se quedó en anécdota a pesar del ímpetu con el que saltó Rafa, que hizo que el golpe no fuera precisamente pequeño.
Su rival y el personal que estaba allí no dudaron en sonreír, algo que también hizo el propio Nadal, que reaccionó también quitando hierro a su pequeño incidente.
Curiosamente, Rafa pareció salir aturdido a la pista del All England Club. Muller se hizo con los dos primeros sets. Nadal ganó la tercera y cuarta manga, pero tras una batalla épica de casi cinco horas, terminó perdiendo 15-13 en la quinta y definitiva manga.