Corría el minuto 60 del partido, y los nervios se apoderaron del Huesca. Con 1-0 en el marcador, Álvaro Vadillo entró al campo en sustitución de David López y éste no se calló ante su entrenador, Juan Antonio Anquela, recriminándole algún aspecto del juego y dándole una patada a una botella de agua.
La cosa fue a peor: el técnico andaluz se volvió hacia el jugador y le propinó un leve cabezazo.
Afortunadamente, los jugadores del Huesca y los miembros del cuerpo técnico que estaban en el banquillo consiguieron amansar tanto a Anquela como a David López.