En el partido que su equipo jugaba en casa frente al Sportfreunde Baumberg, el trencilla señalaba penalti a favor de los locales tras un tropezón de Toni Muñoz.
Los jugadores del Sportfreunde Baumberg, atónitos con la decisión arbitral, rodearon al colegiado mostrando su indignación. En medio del huracán, por iniciativa propia, apareció de la nada Toni Muñoz para reconocerle al árbitro que no hubo nada punible.
Tras la confesión del futbolista vasco-alemán, el colegiado revocó su decisión y los jugadores rivales, agradecieron a Toni su increíble gesto deportivo. Uno de ellos, incluso, llegó a besar y abrazar al futbolista del Bucholt.
Alemania entera ha aplaudido este increíble gesto de Fair Play, que sin duda, dignifica el mundo del deporte.