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El análisis tecnológico de Libertad Digital centra su atención en el lector de libros electrónicos Kindle Paperwhite, de Amazon.

Análisis: Amazon Kindle Paperwhite

El análisis tecnológico de Libertad Digital centra su atención en el lector de libros electrónicos Kindle Paperwhite, de Amazon.

Amazon lleva un tiempo mejorando sus Kindle ligeramente cada año mientras mantiene su precio y en 2015 ha vuelto a hacerlo. El nuevo Paperwhite es básicamente idéntico a su predecesor excepto en una cosa, quizá la más importante en un lector de libros electrónicos: la resolución de su pantalla.

Diseño

El diseño del Kindle Paperwhite no ha cambiado lo más mínimo: bueno, sí, en el color del logotipo. De hecho, he podido usar con él la funda que tengo para el mío, que es el primer Parperwhite que salió a la venta, y encaja perfectamente. Pesa unos 200 gramos y cabe en el bolsillo de una chaqueta. Es de plástico, de apariencia sólida y elegante aunque algo impersonal. No tiene botones y su interfaz funciona de forma completamente táctil. La pantalla es de 6 pulgadas, que se ha convertido en el estándar porque permite usarse cómodamente con una mano.

Pantalla

La resolución de pantalla llega a los 300 puntos por pulgada, idéntica al modelo superior, el Kindle Voyage, y es un cambio que se nota. Da gusto leer con él y por mucho que te fijes no se distinguen los píxeles. El cambio de páginas es muy rápido: han conseguido que el paso rápido de páginas no deje apenas rastros "fantasmas" de las páginas anteriores. Como sus antecesores, dispone de un sistema de iluminación que mejora el contraste y permite leer en la cama, pero al contrario que el modelo superior, no es automático ni dispone de un modo nocturno que vaya bajando la luz según nos vayamos acostumbrado. El interfaz es sencillo y fácil de usar, aunque algunos echemos de menos botones físicos para pasar las páginas. En definitiva, el Paperwhite cumple maravillosamente su única función: leer libros. El modelo que nos ha prestado Amazon cuenta con conexión 3G que, la verdad, aporta entre poco y nada.

Libros

Para cualquier ebook eso que llamamos ecosistema es una parte esencial de la experiencia de uso. Como es un aparato que usaremos para una sola cosa, leer, en este caso el ecosistema consiste en el catálogo de libros y la facilidad y rapidez con que los compramos y empezamos a leer. Ahí Kindle impuso un estándar que obliga a que todo ebook que se precie permita comprar libros en español y tenerlos inmediatamente a nuestra disposición en nuestro dispositivo.

Eso hace que en España tengamos en la práctica dos alternativas al Kindle: el Tagus de la Casa del Libro y El Corte Inglés y los lectores Kobo, propiedad de la multinacional japonesa Rakuten, que tienen un acuerdo con la cadena de librerías La Central y las principales editoriales españolas. El Tagus es más caro y, la verdad, no parece técnicamente a la altura. Kobo, en cambio, tiene lectores de un nivel similar al Kindle y por menos precio. Eso sí, Amazon ofrece su servicio de tarifa plana de lectura Kindle Unlimited por diez euros al mes, que aunque tiene competencia en España, ésta carece de un catálogo tan amplio.

Kindle no es compatible con el formato ePub, que es el estándar de todos los demás lectores y de los sitios web de dudosa reputación con libros gratuitos de aún más dudosa legalidad. No obstante, con instalar el ordenador el programa Calibre se pueden convertir los libros con facilidad. Más problemático es el hecho de los libros que te compres te atan a usar Kindle, ya sea como lector o como app para tableta, móvil u ordenador: están cifrados y no te los puedes llevar a ningún otro lector que puedas preferir más adelante.

Si no nos echa para atrás atarnos a Amazon para leer, el Kindle Paperwhite sin 3G es sin duda la mejor elección. Es 50 euros más caro que el Kindle básico, pero la mejor pantalla y la luz integrada hacen que merezca la pena pagar esa diferencia. Y a no ser que seas un fanático de la lectura y de los ebooks no parece que las pocas mejoras de Voyage justifiquen los 60 euros más que cuesta. Aunque me haga parecer un tipo tibio y sin personalidad, lo cierto es que la gama media vuelve a ser la mejor opción. Nos vemos en próximos análisis.

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