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Cada 29 de julio desde hace cinco siglos, los vecinos agradecen a Santa Marta su ayuda saliendo en procesión. Lo llamativo es que lo hacen dentro de ataúdes.

Una procesión de ataúdes abiertos, entre los festejos más raros del mundo

Cada 29 de julio desde hace cinco siglos, los vecinos agradecen a Santa Marta su ayuda saliendo en procesión. Lo llamativo es que lo hacen dentro de ataúdes.

La romería de Santa Marta de Ribarteme, la segunda fiesta más rara del mundo, según un ranking que publicó el periódico inglés The Guardian en 2008, ha recorrido este miércoles el concello pontevedrés de As Neves con cuatro ofrecidos, el nombre que reciben los exvotos vivos que se introducen en los ferétros y son llevados a hombros por sus familiares desde la iglesia hasta el cementerio. Con esta ofrenda, los fieles, que consideran que la santa les ha salvado, agradecen su intercesión.

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