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Protección solar a base de espinas de bacalao

El verano ya ha llegado. Es hora de comprar un protector solar si queremos ir a la playa.

Un grupo de científicos de la Escuela Superior de Biotecnología de la Universidad Católica de OPorto ha creado un protector a partir de las espinas del bacalao, un subproducto de la industria alimentaria.

El material utilizado para realizar este protector es la hidroxiapatita, un fosfato modificado con hierro y óxido de hierro, capaz de absorver la radiación ultravioleta.

La conversión de espinas en hidroxiapatita es posible a través de un proceso de calcinación a altas temperaturas. Este método permite la eliminación de la materia orgánica presente en las espinas.

“La hidroxiapatita es un fosfato de calcio y uno de los principales componentes de nuestros huesos. También tiene algún hierro”, explica Clara Piccirillo, una de las responsables del proyecto.

Los investigadores incorporaron el polvo de hidroxiapatita en una crema. Tras realizar varias pruebas, pudieron verificar que la protección solar estaba garantizada.

“Realizamos pruebas con varias personas a las que aplicamos la crema. Vimos que no se producía ninguna irritación en la piel y que su uso era seguro. También verificamos que el filtro solar que existe en los componentes de la hidroxiapatita se mantenía tras su incorporación en la crema protectora”, asegura Manuela Pintado, otra de las investigadoras.

Puede que en el futuro el bacalao no sea solo uno de los productos favoritos de los portugueses sino también un importante componente de los protectores solares.

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