El hijo del otro cuenta la historia de un chico israelí que quiere seguir los pasos de su padre ingresando en el ejército de Israel. El problema surge cuando los análisis de sangre revelan que no es hijo de sus padres. Mientras nacía en un hospital de El Líbano caían bombas sobre la ciudad. En el quirófano de al lado también había otra mujer dando a luz. Las enfermeras llevaron corriendo a los recién nacidos al refugio y con el caos posterior confundieron accidentalmente a los niños al presentárselos a sus madres.
Historias de intercambio de bebés abundan en el cine. La novedad que aporta El Hijo del otro es que la otra mujer es palestina. De ahí el título de la película, no se trata sólo del hijo de otra persona, sino de la más opuesta que puede tener.
Lo interesante del guión de Lorraine Levy es que se acerca al conflicto israelí – palestino sin el maniqueísmo al que estamos acostumbrados. La película cuenta cómo dos adolescentes y sus familias tienen que afrontar una situación tan difícil como esa. No hay buenos ni malos, simplemente dos chicos que se van a replantear muchas cosas que creían ciertas.