La película Todos están muertos está dirigida por Beatriz Sanchís y protagonizada por Elena Anaya. La actriz interpreta a Lupe, una joven que vive encerrada en casa, presa de una brutal agorafobia. Un personaje que ha supuesto todo un reto para la actriz del que afirma que cuando llegaba a casa intentaba "tomar distancia" y distraerse.