"La última encuesta del CIS, ese tinglado que se supone que adivina o vigila los cambios de opinión de los españoles y que debería desaparecer cuanto antes, arroja una cifra, que seguramente será peor, pero que ya de por sí es notable: el 83% de los españoles no sabe ni la fecha del día de las elecciones europeas. El 83% no sabe ni cuándo hay que votar, cómo vamos a creer que sabe a quién votar o mejor dicho, a quién vota, si es que vota a alguien. ¿O se vota sólo a algo? Es decir, votamos contra el PSOE, votamos contra el PP, dentro del PSOE se puede votar más a Izquierda Unida y viceversa y… ¿qué impresión produce esto? Por supuesto, el desprestigio de los políticos que sigue cayendo ya a un nivel que si no fuera por el CIS sería subterráneo, el del Rey está por los suelos, aunque un poco por encima de los políticos, pero por debajo de los soldados que técnicamente o simbólicamente dirigen.
Pero, ¿qué impresión saca uno de esta encuesta? Pues que vamos camino de un enquistamiento del sistema en el que la gente cada vez va a votar menos y los políticos van a mantener sus posiciones de poder a toda costa. Con lo cual, los partidos pequeños que vienen a molestar desaparecerán de las televisiones, es más, no aparecerán, que es la mejor manera de no tenerlos que hacer desaparecer. Y a partir de Izquierda Unida los demás no van a existir, de manera que cualquier alteración del orden de representación actual estará proscrita. ¿Esto en qué acabará? Naturalmente en la deslegitimación y en un estallido que se producirá no sabemos cuándo. Pero como no sabemos cuándo, a Rajoy y a Rubalcaba le da exactamente igual, porque mientras ellos sigan a lo suyo, y lo suyo les va bien, que los voten 10 millones de españoles o 5 les da igual, a la hora de pagar impuestos, tenemos que pagarlos todos, incluso para el CIS".