Según el director de la Polícia, Ignacio Cosidó, "el 22 de marzo se constató una escalada en el nivel de violencia que hasta este momento no había tenido lugar y a la que no nos habíamos enfrentado. En primer lugar por la elevada concentración de grupos radicales y en segundo lugar por la clara determinación manifestada por estos grupos de ejercer una violencia máxima contra la Policía, las personas y los bienes".