Realización: José Luis Moro
Para rentabilizar las plantas embotelladoras, Max Keith, el presidente alemán de Coca-Cola, decidió crear un refresco de frutas, compuesto por la pulpa de manzanas procedentes de la sidra y subproductos de la industria del queso, endulzado con sacarina y un porcentaje pequeño de azúcar. Como cuenta Jesús Hernández en "Historias asombrosas de la Segunda Guerra Mundial", el nombre proviene de la abreviación de la palabra alemana "Fantasie". Pero, ¿cómo llegó a ser un producto de Coca-Cola?
Los alemanes incluyeron en la publicidad del nuevo refresco de frutas el eslogan: "Es un producto de Coca-Cola", sin autorización de Atlanta. Cuando acabó la guerra, siguió elaborándose en Alemania en la misma fábrica de Coca-Cola y en los años 60 fue comprado por la firma norteamericana y exportado a Estados Unidos y publicitado en toda Europa. Su introducción en España corrió a cargo de los filmlets publicitarios animados por José Luis Moro para Estudios Moro en los años 60.