Soraya Sáenz de Santamaría, vicepresidenta del Gobierno: "Es esta quizá una de las reformas más necesarias por cuanto el agujero de la deuda dejada por anteriores Ejecutivos asciende a 24.000 millones y si no se le ponía freno cada año podría incrementarse en más de 5.000. Se trata, por tanto, de una medida necesaria para cumplir nuestros objetivos en materia de déficit en general y también de déficit tarifario y poder contruir un sistema energético y eléctrico que sea solvente y sostenible. Es una reforma difícil porque este Gobierno ha tenido como objetivo no trasladar al consumidor lo que se ha venido a llamar tarifazo eléctrico, es decir, íntegramente esas diferencias de costes y que hubieran subido o que hubieran supuesto una subida del recibo del 43% de media, de media que podía haber sido incluso superior para alguno de los usuarios".